Lunedì 9 Nov 2009, 8:54

Sab 7 Nov – Twoday Festival: Valladolid

No se cuanto público asistimos el sábado a este mal llamado festival. En un cálculo aproximado, yo diría que, eramos suficientes como para tomarse en serio las cosas.

En primer lugar, la elección del lugar, no se a que puñetas obedece, sabiendose de antemano que aquella nave que, en otras fechas sirve de establo para vacas suizas, maquinaria agrícola y demás, puede servir también como recinto de un festival de música. La acústica no era mala, era pésima. Me jode pensar que sabiendo lo que iba a suceder se de luz verde a un festival así. Artistas como, Christina Rosenvinge o Russian Red las pasaron canutas, y no fueron abucheadas porque los que allí estabamos sabiamos que no era su culpa.

En segundo lugar, el tiempo entre actuación y actuación se hacía insufrible. De las casi diez horas que estuve allí aguantando, creo que la mitad fueron de música, porque las otras cinco horas fueron de un trasiego continuo de personas en bermudas que cambiaban las cosas de sitio,enchufaban amplis y mircros y decían cosas como: siiii, unoooooo, ehhhhhh y monosílabos por el estilo.

En tercer lugar, la gente tiene hambre cuando lleva diez horas de pie. No voy a olvidar nunca los bocadillos de la marca Knorr. Ese pan blanducho que envolvía ingredientes que sólo se reconocían previa lectura del envase, anda!! si lo que me estoy comiendo es jamón, o eso pone aquí, Y al final de la noche, cuando eres capaz de comer cualquier cosa que tenga forma de bocadillo, te acercas a la barra dispuesta a gastarte cuatro euros y te dicen que ya no hay, que no hay más bocadillos, esto es el fin.

En cuarto lugar, todavía estoy esperando que salgan Camera Obscura, el grupo, y no uno de sus componentes que, según el gracioso presentador hace Indietronic. Y a las tres de la mañana, la palabra Indietronic suena muy mal, despues de soportar una acústica deplorable, despues del desfile interminable de técnicos de sonido, despues de esa masa de pan y otras cosas que se quedaba pegada en tu garganta y despues de haber estado toda la semana escuchando canciones de Camera Obscura para nada, sólo queda coger un taxi directo hacia tu casa.

Una lástima. A los organizadores de este pseudo-festival patrocinado por Knorr, se les debería caer la cara de vergüenza. Me da la impresión que, no sólo han engañado al público sino a los artistas. Salvo Sidonie ,Ferreiro y la multi-banda sueca de pop-travestido ( y me cuentan que Arizona Baby), los demás sonaron como si estuvieramos en un establo.